Amigo mío,
cómo decírtelo,
cómo contarte
esta pena que traigo,
un gran amor,
una bella dama,
se me fué hace una semana,
me llenó de dolor,
y por ella sufro yo,
bueno, sufrimos los dos,
también mi corazón,
el cual está deshecho,
pues una gran herida
atraviesa mi pecho,
como daga clavada,
sin piedad ni compasión,
me desangra poco a poco
y pierdo la razón.
Querido amigo,
qué puedo hacer yo,
ella dijo amarme,
dijo que me quería,
pero solo mentía,
nada quiso darme
y de mi se burló.
Querido amigo,
en el suelo está mi orgullo,
en el suelo está mi honor,
y ahogo lo que sufro
en una copa de licor,
en un bar a media noche
con tequila, mariachi y son,
me pego un grito mexicano,
y me olvido de su amor . . .
Querido amigo,
la ingrata me falló,
pero no hay porque perderme,
entre botellas de alcohol,
ella se fué,
solo quedé,
libre ahora soy,
y aunque me duele en el alma,
la olvidaré yo,
querido amigo.